Nos hacemos eco de un suceso ocurrido en Irak, que ha molestado al gobierno de ese país. Los hechos han ocurrido en la sede donde la Unión Europea tiene una misión. Las embajadas británicas y canadienses en Bagdad levantaron con la bandera gay es un ultraje y un acto inapropiado que viola las costumbres, tradiciones y ética de la sociedad iraquí, considerándolo un desafío claro y provocativo para las leyes iraquíes.
Las consecuencias no se hicieron esperar y El líder de Al-Fateh, Hadi al-Amiri, pidió al gobierno iraquí que expulse a los tres embajadores la Embajada de Canadá y La Británica en Bagdad con misiones de la UE quisieron unirse a la fiesta en todo el mundo para izar la bandera arco iris para conmemorar el Día Mundial contra la Homofobia y la Transfobia y para resaltar los derechos de las personas LGBT.
Sinceramente deja mucho que pensar, ya que un Embajador, debe saber los protocolos de actuación del país donde tiene su misión diplomática, y sabe que con sus acciones puede poner en riesgo la seguridad, integridad e incluso negociaciones colaterales que estén intentando saltar en estos momentos para el delicado tema de la Paz. Que EE. UU. y Rusia intenta negociar y paliar cualquier rebrote de violencia.
Es cierto que estamos en pleno siglo XXI, y hay culturas que sus leyes están para nosotros fuera de tiempo. Es cierto que cada ser humano tiene derecho a su libertad de expresión. Y que hay temas peores por los que se debería levantar la voz, se me ocurre los “crímenes de Honor”. Las bodas infantiles, la Hambruna, la falta de agua, la venta de armamento, el tráfico de seres humanos, crímenes de odio y un largo ectera que en occidente nos parecen despreciables.
Los LGBT existen desde que el mundo es mundo, y esas personas son de diversidad de razas y culturas, antes todo son seres humanos, sean de la orientación sexual que tengan. Es sabido que hay países que es un delito, pero existe, se oculta e incluso hay quien prohíbe y en su intimidad lo practica.
Pero el acto de izar la bandera gay en un país cuyas leyes castigan la homosexualidad, nos preocupa porque deja a la Unión Europea en mal lugar, y los embajadores han caído en alguna trampa urdida por alguna mano negra que les ha inducido a ello intencionadamente. Encendiendo un fuego innecesario para tocar intereses, de algún acuerdo que no le interesa se llegase a cumplir.
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